Tomar decisiones no es reaccionar

Tomar decisiones

Foto de Yeshi Kangrang

Tomar decisiones requiere sistemática


Y en muchas ocasiones, queridas empresas, pensáis sin método. Reaccionáis en lugar de tomar decisiones.

Ante cualquier evento, dais una respuesta automática sin tomaros el tiempo necesario para tomar una decisión inteligente… y luego, en función del resultado, os conformáis con hablar de “falsos positivos».

Es más, ensalzáis las virtudes de los colaboradores, disruptivos, innovadores y creativos. Defendéis las competencias líquidas, la experiencia del empleado, la empresa saludable…

Pero… ¿Tenéis en cuenta las necesidades de vuestras empresas? ¿Os referís a vuestras aspiraciones? ¿Habláis de transformar los entornos laborales?

Basta con observar para darse cuenta. La realidad de la empresa, con sus profesionales, sus valores y su cultura, puede ser cualquier cosa menos homogénea. Parece obvio pero se nos olvida.

Es más, desde hace un tiempo, en todos los Foros y Congresos de Recursos Humanos y Prevención de Riesgos Laborales se escuchan las mismas tendencias. Muchas, incorporáis en vuestro discurso un decálogo de términos y anglicismos de moda: employer branding, engagement, healthy habits…

Del mismo modo, esas palabras no se traducen en nada. Palabras que se convierten en términos qué pierden su significado… en etiquetas inútiles, que lejos de ayudar, perjudican…

Luego, no perdáis el tiempo y decidir… ¿queréis pasar de la decisión a la acción? ¿podéis implementar las acciones idóneas? ¿está preparada vuestra empresa? ¿y las personas que forman parte de ella? ¿es el momento adecuado?.

Empresas, antes de responder a estas preguntas debéis tener en cuenta…

8 claves para tomar decisiones inteligentes


  • El tamaño, la actividad, las personas y la cultura corporativa de vuestras empresas influye.

  • Es más, implementar modelos idénticos que funcionan en otras organizaciones  puede salir muy caro.

  • También debéis conocer el entorno y el contexto en el que os movéis.

  • Además, las decisiones deben ser coherentes con vuestros objetivos y con los de las empresas con las que colaboráis.

  • Igualmente, debéis tener en cuenta el momento en el que se encuentra vuestra organización: supervivencia, crecimiento, consolidación y/o expansión.

  • Está comprobado que una decisión incorrecta ocasiona retrocesos de la cuota de mercado.

  • Resulta clave, valorar la inversión necesaria en términos de tiempo y dinero.

  • Finalmente, debéis valorar el impacto positivo y negativo de las decisiones y las acciones que necesitáis implementar.

Luego, si cada organización es un mundo y las personas que las componen otro,  RECORDAD…

El éxito de una decisión pasa por valorar el impacto económico y social de la misma


  • Acciones validas desde el punto de vista económico, fracasan por no ser adecuadamente asimiladas por la organización.

  • Acciones viables pero pobremente implantadas, nunca llegan a ser totalmente efectivas.

Por lo tanto, si vuestra decisión se limita a “querer ser”, sin tener en cuenta vuestro ADN como empresa… lo siento mucho pero… os estáis etiquetando… sin más…

Sin duda, no se trata de pedir una de innovación y otra de disrupción… se trata de tomar decisiones estratégicas, implementar acciones realistas y darles continuidad …

Y en cualquier caso, puestos a pedir… una de estrategia, otra de sistemática… y otra de coherencia.

Empresas…


¿Empezamos a tomar decisiones inteligentes?

 

 

 

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